Esta serie fue creada en 1996 para la Exposición «La arcilla y la palabra» en el centro Cultural Plaza Fátima y se presentó posteriormente en la Sala Urania de la Universidad de Berlín, Alemania en 1997. La reseña crítica de dicho evento se publicó en la revista Neue Keramik, que dirige Gustav Wisse.
El tema es la escuela, los conocimientos y los alumnos. La escuela como institución está representada por un ladrillo. Los conocimiento, principalmente matemáticos, como apuntes, en los ladrillos, para copiar durante los exámenes y como grafitis desordenados en las cabezas vuelta para arriba de los estudiantes.
Las piezas estan construidas a partir de placa y modelado directo en arcila refractaria y porcelana industrial. En su decoración se usaron pigmentos y engobes. Quema en oxidación a 1,200° C.
Los objetos, por sí mismos, han sido siempre una fuente de inspiración para Ricardo Escobedo. El tema de la cajas ha estado presente desde el año 1991, pero se han realizado con intervalos de dos años cada una. La mayoría se dieron a conocer a partir del 2001 en diferentes exposiciones de Monterrey y se presentaron como conjunto en las galerías del Museo del Premio Nacional de la Cerámica en Tlaquepaque, Jalisco en 2003.
Los materiales empleados son; barro rojo y porcelana industrial, pigmentos y vidriados. las medidas son variables, pero siempre dentro de la proporción de una caja real. Los temas y los nombres conllevan el doble sentido de los dichos y refranes populares, pero todos ellos como un homenaje a los que se atreven a ser diferentes.
Con el nombre de “El miedo de la Mary”, he venido desarrollado una serie de piezas en porcelana y gres decoradas con los dibujos alusivos al tema. Dicho tema parte de una creencia del área rural de Nuevo León. Se dice que las lagartijas por las noches entran en las recámaras de las muchachas casaderas y colándose por entre las sábanas las embarazan. Además de ignorancia, esta creencia, nos revela los miedos y tabúes que sobre el sexo y su actitud hacia él, conservan todavía las comunidades rurales.
La forma de abordar el tema, desde el punto de vista artístico, fue la emulación del grabado expresionista. Trabajar sobre fondos negros y figuras en blanco recortadas casi como siluetas. Repetir la mayoría de los elementos escenográficos y algunos clichés gráficos que nos remitan a la noche, la luna, la soledad, el viento y sobre todo el temor.
En la mayor parte de las escenas, la mujer huye, pero en otras parece que espera, que desea o sueña.
Este tema desembocó en “Historias de violencia, procacidad y ordinariez”, que aunque es muy diferente, le ha dado el mismo tratamiento formal.
Por último, me gusta que haya una contraposición entre la forma y uso del recipiente y el tema dibujado.
